martes, 26 de julio de 2011

Cuando DENUNCIA se escribe con mayúsculas

Para comenzar me gustaría destacar la nueva campaña que Greenpeace ha lanzado contra los dos imperios de marcas deportivas: NIKE y ADIDAS. 



En sus últimas acciones la organización se ha caracterizado por campañas especialmente controvertidas y que en algunos casos han rozado los límites entre lo legal y lo ilegal. Tod@s conocemos su característica firma y las acciones que la organización realiza en señal de protesta y denuncia pública (encaramarse a edificios, abordar barcos, etc.). 


Durante mucho tiempo esa imagen sirvió a la organización para ganarse una seña de identidad, conseguir captar la atención de medios de comunicación nacionales e internacionales y ganarse un reconocido lugar entre las organizaciones de carácter ambiental. Pero también hay que destacar que esa postura crítica, enmarcada bajo acciones tan controvertidas de cara a los medios, provocó entre los sectores más conservadores, que Greenpeace se tachase como una organización vinculada a estereotipos que no reconocen el trabajo que la ONG realiza y el verdadero objetivo denuncia que sus campañas persiguen en los medios de comunicación.

Por este motivo he elegido la campaña que la organización ha realizado en contra de las marcas NIKE y ADIDAS por contaminación industrial no controlada.  Sin duda una de las mejores campañas denuncia que he visto, con una cuidada imagen y un mensaje claro, contundente y directo. Han logrado mantener una perfecta estética vinculada al estereotipo de estas marcas deportivas, una música atractiva, imagenes rápidas, mucho movimiento y finalmente la ruptura total, el desconcierto, la sorpresa y la ironía. 


A partir de este anuncio, la organización española (http://www.greenpeace.org/espana/es) creó una seríe de acciones denuncia en las céntricas calles de Madrid y frente a una de las tiendas Adidas más conocidas de la capital. Se trata de una acción que sigue la línea de crítica habitual pero incorporando tres elementos nuevos: el baile, la música y el desnudo. 


 

Tanto el baile como la música se asocian a un perfil joven, principal consumidor de las marcas de moda deportiva, público potencial de la campaña de denuncia de Greenpeace. La parte del desnudo, muy recurrente y explotada en los medios, podría haberse sustituido por una necesaria explicación de las consecuencias ambientales de la producción industrial de estas dos firmas deportivas.

Pero a pesar de este pequeño matiz, Greenpeace está reaccionando ante esos sectores conservadores que critican su actividad, es consciente de que debe cambiar su estrategía de cara al exterior y renovar su comunicación (manteniendo su misión de denunciar públicamente) pero bajo acciones más atractivas y que sin duda logren su objetivo: defender el medio ambiente e impactar visualmente bajo una cuidada imagen y un claro mensaje de denuncia. 




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