lunes, 23 de enero de 2012

Made in Morocco

"Made in Morocco" es el título que nos introduce el tema de hoy y con el que vamos a intentar destripar como la industria textil y de la moda afecta a los países del Sur y especialmente a los derechos de millones de personas en el mundo.

Países como Camboya, India, Marruecos, Túnez, Bangladesh aparecen constantemente en las etiquetas de nuestras prendas y son algunos de los lugares habituales en los que reconocidas marcas de moda producen sus principales prendas textiles. Empresas como Inditex, Mango, El Corte Inglés, Dolce&Gabanna, Mayoral, etc. eligen estos lugares porque les permiten abaratar costes y aumentar beneficios finales.

En general, la mayoría de empresas textiles desconocen el camino exacto que siguen sus prendas en el proceso de confección. Existe un complejo entramado de subcontratas, minoristas y pequeños fabricantes que dificulta la identificación del origen y creación de la prenda. Esto hace que el control por las condiciones laborales de much@s de sus emplead@s sea complejo y se produzca explotación laboral y abuso de l@s trabajador@s.

La mayoría de las personas contratadas por estas pequeñas empresas son mujeres jóvenes, provenientes de zonas rurales pobres y que por motivos económicos deben emigrar a zonas industriales con mayores recursos. El hecho de ser mujeres implica que cobrarán un salario menor, posiblemente serán expuestas a largas jornadas laborales, de más de 12 horas, no quedando exentas de abusos, discriminación por género y/o acoso sexual-psicológico.

 Foto: ONG Setem

La ONG Setem diseñó, hace unos años, la Campaña Ropa Limpia, con la que se pretende visibilizar y denunciar las condiciones laborales a las que son sometid@s much@s trabajador@s en los países del Sur.

En la Web de la organización podemos ver numerosos informes, desarrollados a través del testimonio de empleados de talleres de Asia, África y Sudamérica. Estos documentos explican y detallan cómo muchas y reconocidas empresas nacionales no están cumpliendo con sus políticas de Responsabilidad Social Empresarial.

El pasado día 12 de enero, Setem lanzó su último informe "La Moda Española en Tanger: Trabajo y supervivencia de las obreras de la confección" en el que se analizan la vida y el trabajo de las mujeres en los talleres textiles de Tanger. La investigación se ha realizado a partir de las vivencias de 118 obreras que relatan las duras condiciones en las que trabajan: exceso de horas, bajos salarios, abusos verbales y físicos, arbitrariedad en la contratación y el despido, medidas disciplinarias desproporcionadas, obstáculos a la acción sindical, horas extras obligatorias y salarios que no superar los 200 euros al mes o incluso menos. 

Actualmente muchas de estas empresas textiles están adquiriendo un compromiso laboral con sus trabajador@s. El aumento de denuncias y la visibilidad en los medios de comunicación de los abusos cometidos por algunas marcas, ha obligado a que las empresas textiles aboguen por mejorar su Responsabilidad Empresarial en el Sur y desarrollen políticas internas para asegurar los derechos laborales de sus emplead@s.

Se trata de un proceso lento y complejo, pero gracias al trabajo de Setem y de otras organizaciones sensibilizadas, se está favoreciendo la visibilización y obligando a las empresas a tomar medidas legales en torno a su proceso de confección. Sin duda, está en nuestras manos cambiar las cosas y exigir a las grandes marcas textiles que cumplan con los derechos laborales de sus trabajador@s. Es un compromiso de tod@s, de los que producen y de los que compran. No podemos seguir produciendo o consumiendo moda a base del sufrimiento y el sacrificio de los demás.


Para Ver:

Para más Información: 
www.ropalimpia.org 

jueves, 12 de enero de 2012

El día que la tierra tembló bajo sus píes

¿Visual o textual? Muchas veces me he hecho esta pregunta y he de reconocer que siempre he llegado a la misma conclusión: soy una persona tremendamente visual. Es cierto, en mi caso el dicho de una imagen vale más que mil palabras cobra un sentido especial y no es que renuncie al atractivo de leer un buen texto, a la redacción de un artículo de opinión o a la belleza de una frase metafórica, pero reconozco que tengo facilidad para recordar las imágenes que alguna vez se cruzaron en mi camino. Nunca olvido una cara, aunque ni si quiera hayamos cruzado una sola frase, soy horrible con los nombres y a veces reconozco ser incapaz de recordar una palabra concreta. 

Aprovechando esta referencia a la capacidad de memoria visual, pretendo que el post de hoy, mantenga en vuestra cabeza por más de 5 minutos cada una de las imágenes que a continuación expondré como recuerdo de lo que ocurrió hace dos años en Haití. 

Hoy se cumple el segundo aniversario del terremoto que asoló el país en enero de 2010. Por este motivo, me gustaría hacer una reflexión a través de imágenes y a través de las personas que un día vieron como su país se desmoronaba bajo sus píes. Seguramente se podría escribir largo y tendido sobre los esfuerzos y el trabajo realizado tras la catástrofe y si la ayuda ha sido del todo eficaz, pero fuera de los típicos debates, hoy sobran las palabras porque ell@s son los verdaderos protagonistas, ell@s a través de sus miradas y sus rostros son los que nos acercan a la realidad de su día a día, porque nadie mejor que ell@s sabe lo que es vivir cada día en un país como Haití. 


 Foto: Tiempo Sur
 Foto: Planeta Curioso


 Foto: Observador Global

Foto: Marco Dormino. Reuters
 
 Foto: Eduardo Muñoz

 Foto: Candice Villarreal
 Foto:Marco Dormino

 Foto: Paperblog

 Foto: Canarias Actual

 Foto: Tyler Anderson

 Foto: Jae C. Hong. AP

 Foto: Jean Philipe Ksiazek. AP

 Foto: La Información

 Foto: Diario Libre

 Foto: Reuters

 Foto: Unicef

 Foto: Veterinarios Sin Fronteras

 Foto: Unicef

 Foto: ABC News

martes, 3 de enero de 2012

Verde, ecológico, sostenible, bio...

El medio ambiente se está convirtiendo en un reclamo habitual para la publicidad de muchas empresas y el uso de técnicas de marketing que garantizan la calidad en torno a la conservación del planeta es un sistema de promoción habitual y fidelización de consumidores que en ocasiones no cumple con la normativa y dista notablemente de la realidad de lo que consideramos una producción sostenible y concienciada con el planeta.

En los últimos años, se ha producido un incremento sobre el uso de adjetivos como "verde", "ecológico", "sostenible", "bio" y tod@s hemos podido observar distintos símbolos o marcas bio que se repiten una y otra vez en los productos de consumo habitual de nuestros hogares. La preocupación en torno a estos reclamos publicitarios y los efectos producidos en el consumidor ha generado una necesidad de control de la publicidad en materia de medio ambiente y desarrollo. 

La Fundación IPADE ha decidido dar forma a un nuevo mecanismo de control publicitario desarrollando el Observatorio de Publicidad y Comunidación. El objetivo es analizar aquellas campañas publicitarias de empresas reconocidas como Iberdrola, Repsol, Endesa o Unión Fenosa, que habitualmente utilizan el reclamo verde como mecanismo de promoción.

 Foto: Fundación IPADE

"La publicidad, además de proponer la adquisición o uso de determinados bienes y servicios, muestra y refleja estilos de vida con los que los diferentes segmentos sociales se identifican o en los que se proyectan. Estilos de vida que condicionan los conocimientos, las actitudes y los comportamientos de los ciudadanos. 

Pero no es menos cierta la relación inversa: preocupaciones que se consolidan entre los ciudadanos, como en este caso la conservación medioambiental, impregnan progresivamente el mensaje publicitario. Lo verde se convierte, desde el punto de vista de la oferta, en una ventaja competitiva ante los consumidores y frente a los concurrentes. 

Los intereses empresariales y, más concretamente, los especialistas en marketing, comunicación y publicidad han venido desarrollando un discurso verde de carácter comercial para una gama muy extensa de productos, aunque muchos de ellos no estén directamente implicados con el medio ambiente. 

Lo medioambiental incide en estos aspectos de valor añadido, en ocasiones no exento de cierta utilización abusiva a través de argumentos vagos o ambiguos, cuando no engañosos. Utilización que puede llevar a largo plazo al rechazo por parte de los consumidores de los argumentos medioambientales al crear en ellos confusión y desconfianza".

Sin duda la creación del Observatorio de Publicidad y Comunicación abre una nueva ventana a la responsabilidad ambiental en la empresa contribuyendo a generar un consumo responsable en materia medio-ambiental y favorece la concienciación de millones de consumidores en torno a su salud y a la salud del planeta.