martes, 25 de octubre de 2011

La Violencia Sexual como Arma de Guerra

Un nuevo testimonio, recogido a través de Periodismo Humano, sirve de excusa para denunciar nuevamente los escalofriantes datos sobre la violencia sexual ejercida en la República Democrática del Congo (RDC) en la última década.

Desde 1998, como consecuencia de las secuelas del genocidio ruandés y del problema surgido por el control de los recursos minerales, el país sufre un largo y mortífero conflicto armado. Esta situación, agravada en el tiempo, no sólo está suponiendo la perdida de millones de vidas humanas (según Intermon Oxfam se estima que 5,4 millones de personas han perdido la vida) sino que además se está convirtiendo en el epicentro de la violencia sexual contra las mujeres. 

 Foto: Soldados. Miguel González/Sandro Pozzi, El País, 08.02.09. 

En la RDC una mujer sufre abusos sexuales cada minuto, es decir, al día, 1.152 mujeres son violadas en este país. Los datos revelan que un 12% de las mujeres han sido violadas al menos una vez. Un 22% reconocen haber sido forzadas por sus propias parejas y en contra de su voluntad (dato: Informe American Journal of Public Health).  

Este último dato, referente a las violaciones dentro del ámbito doméstico, certifica que el nivel de violencia ejercida durante años en la RDC está haciendo estragos dentro del comportamiento de la población local. Se tienden a sistematizar conductas violentas que terminan afectando directamente a la familia y en especial a las mujeres por su situación de vulnerabilidad respecto a la figura masculina.

La principal causa que motiva la agresión sexual es por motivos de discriminación y de desigualdad de poder entre hombres y mujeres. En países en permanente conflicto como la RDC la violación se utiliza como un arma de guerra y se considera como un acto de humillación directo sobre el contrario.

 Foto: Mujeres Congoleñas. Acnur

A largo plazo, las consecuencias provocadas por la violencia sexual ejercida sobre las mujeres resultan abrumadoras: Aumento de embarazos no deseados, transmisión del VIH, enfermedades infecciosas crónicas, trastornos psicológicos, exclusión del ámbito familiar y social, rechazo a las relaciones sexuales y a la pareja, etc., todo esto, sin tener en cuenta los costes indirectos a nivel de tratamientos psicológicos, especialistas, medicamentos, empleo, etc. 

La RDC es un ejemplo más de lo que supone la violencia sexual ejercida sobre la mujer. Se trara de un tema de máxima prioridad al que todavía no se le está dando la importancia que requiere. Hay que invertir tiempo y esfuerzo en crear herramientas para combatir las agresiones físicas y sexuales ejercidas sobre la mujer y con especial atención a los países desfavorecidos a nivel político, social o económico.

Es necesario unir fuerzas y que tanto políticos, Gobiernos y Organismos Internacionales, tomen en serio la situación de estas mujeres en riesgo. No se pueden admitir más datos como que en un país el 12% de las mujeres hayan sido violadas al menos una vez en su vida. Tal vez no veamos y vivamos su realidad, pero no podemos seguir silenciando su sufrimiento.


Si deseas saber más sobre violencia sexual en la República Democrática del Congo, no dudes en ver estos vídeos:

ONG Farmamundi:
 "Violencia sexual, un arma de guerra en RD Congo"
http://youtu.be/TwFOQMwKcLk 

ONG Alboan: 
"Viaje de ALBOAN a RD Congo ::Violencia sexual y población vulnerable"

martes, 11 de octubre de 2011

Una cifra que va en aumento

Para empezar propongo un sencillo ejercicio de reflexión que tod@s podemos hacer desde nuestro ordenador. Es fácil, dedica treinta segundos a cerrar los ojos y a pensar por un minuto en una o varias imágenes que tu mente recuerde al oír la palabra que voy a escribir a continuación.

La palabra es: POBREZA.

¿Cuál ha sido tu visión? ¿Qué has podido ver? Tal vez tu mente se haya trasladado a África y haya visualizado una escena con niñ@s desnutridos, bajo el sol, rodeados de insectos o quizás tu mente haya imaginado a un grupo de niñas menores de 15 años obligadas a prostituirse en cualquier barrio turístico de Tailandia o hayas recordado esa característica maraña de favelas coronando la capital brasileña y en la que los índices de paro y violencia son los más altos del país.

Todas estas imágenes se repiten a diario en nuestros medios de comunicación, enmarcan las noticias, las vemos en la prensa y en la televisión, son imágenes recurrentes y ayudan a nuestra mente a buscar una respuesta rápida que defina visualmente el concepto de pobreza.

¿Pero se trata de una imagen realista o se codifica a través de una serie de estereotipos preconcebidos cuya finalidad es distorsionar el verdadero concepto de la pobreza? 


 Foto: Alianza Española contra la Pobreza

Creo que la respuesta merece que reflexionemos por un momento y analicemos cuál es la verdadera cara de la pobreza y sus diferentes manifestaciones.

No podemos negar que afecta a muchos países del Sur, mujeres y niñ@s mueren a diario a causa del hambre o la desnutrición y que sin duda es dónde la pobreza muestra su cara más cruda y trágica, pero tampoco podemos olvidar que en los países más desarrollados también existe y afecta a personas de muy diversos orígenes y características. Es un error relacionar la pobreza exclusivamente con el Sur, con el subdesarrollo, con el origen o el sexo de las personas. 

La pobreza es una realidad de nuestro mundo, afecta a hombres y a mujeres del Norte y del Sur, viene marcada por factores como la exclusión social, la falta de recursos o el desempleo y afecta directamente a las personas haciéndolas víctimas del sistema en el que viven. Un ejemplo que nos ilustra al respecto es el aumento de desahucios en España (el segundo trimestre de 2011 ha dejado casi 16.500 casos, un 21´2% más que el año anterior), la mayoría producidos por la falta de recursos económicos y las deudas sangrantes. La presión económica les termina convirtiendo en víctimas del sistema, en personas sin recursos, en los nuevos pobres.

Con motivo de la semana de Movilización contra la Pobreza (del 9 al 17 de octubre) merece la pena reflexionar y pensar en lo que significa realmente la palabra pobreza y que no podemos ser indiferentes ante una realidad que afecta a muchas personas que nos rodean. Merece la pena rebelarse contra los estereotipos, merece la pena rebelarse contra el sistema y merece la pena rebelarse por un mundo más justo e igualitario. #rebélate


Para más información:
http://www.coordinadoraongd.org/

martes, 4 de octubre de 2011

Mujeres bellas, mujeres que cambian el mundo...

Mujer valiente. Mujer esperanzada. Mujer soñadora. Mujer anciana. Mujer compañera. Mujer sola. Mujer emprendedora. Mujer familiar. Mujer fuerte. Mujer espiritual. Mujer pobre. Mujer responsable. Mujer conmovedora. Mujer linda. Mujer inteligente. Mujer hija. Mujer constante. Mujer amorosa. Mujer capacitada. Mujer voluntariosa. Mujer real. Mujer trabajadora. Mujer luchadora. Mujer excluida. Mujer veterana. Mujer agradecida. Mujer solidaria. Mujer preocupada. Mujer sencilla. Mujer urbana. Mujer grande. Mujer indígena. Mujer creyente. Mujer humilde. Mujer paciente. Mujer inmortal. Mujer mexicana. Mujer admirable. Mujer respetuosa. Mujer madre. Mujer incondicional. Mujer verdadera. Mujer triste. Mujer hermosa. Mujer protectora. Mujer latina. Mujer sensible. Mujer sufridora. Mujer buena. Mujer coraje. Mujer marginada. Mujer abuela. Mujer bella.




Esta entrada está dedicada a todas aquellas mujeres reales que cada mañana se levantan dispuestas a luchar y mirar hacia delante. Aquellas mujeres que tienen una historia que contar. A todas ellas, gracias por contribuir cada día a cambiar el mundo.