La fábula del elefante y el Rey

Tras los últimos acontecimientos acaecidos en torno a la figura del Rey Don Juan Carlos y su tan criticado viaje de caza a Botsuana no he podido por menos que hacerme eco del clamor de la calle, que junto a las redes sociales y a la mayoría de medios de comunicación nacionales e internacionales, muestra su indignación y más absoluta repulsa ante tal hecho, no sólo por lo inapropiado del viaje, sino por lo imprudente ante la actual situación económica y social que vive el país y la poca empatía que demuestra el monarca con sus actos.

Podría dedicar varias líneas a explicar lo que a nivel personal supuso para mi ver la foto en África de su majestad posando junto a un guía y un bello ejemplar adulto de elefante expuesto como un trofeo de guerra, inerte, estático, sin vida, sin brillo en sus ojos, simplemente: muerto... pero creo que la respuesta está en cada un@ de vosotr@s y no me alejo mucho del sentimiento común cuando hablo de repulsa y/o asco como primeras sensaciones al ver la imagen. Sinceramente no quiero caer en sentimentalismos y hacer de esto una crítica fácil ante la crudeza de la fotografía, la cuál me produce el mismo espanto hoy que en el año 2006 cuando fue tomada, y así, poder caer en lo emotivo o lo superficial y que mis palabras empiecen a avanzar tan rápido como la pólvora antes de explotar. Sin duda, ese no es el objetivo de la entrada de hoy.

Mi intención es muy concreta, teniendo en cuenta el espacio en el que nos encontramos y que se trata de un blog dedicado a la Comunicación Social con especial atención al trabajo de las ONG´s, creo que lo más correcto es centrar el tema de hoy en la polémica suscitada respecto a dicho viaje y lo apropiado de mantener el cargo de honor que S.M. el Rey Don Juan Carlos ostenta en la organización WWF España (Anterimente conocida como ADENA).

Inaceptable Que una organización mundial con sede en más de 100 países y con más de 5 millones de socios pueda admitir que su Presidente de Honor en España, el Rey Don Juan Carlos, sea responsable de la muerte de animales considerados en peligro de conservación y no se tomen las medidas necesarias respecto a lo ocurrido y lo que supone eso para la imagen de WWF España. Espero y deseo que este hecho se condene debidamente por WWF y que no se limite simplemente a pedir explicaciones a la Casa Real sin tomar decisiones a posteriori. Sin duda, la elección del Rey Don Juan Carlos como Presidente de Honor se produjo de acuerdo a un cúmulo de despropósitos, pues bien es conocida la afición del Rey por la caza de grandes y pequeños mamíferos desde hace años, y no logro entender de acuerdo a qué criterios WWF se eligió como miembro honorífico de la organición en nuestro país. Tal vez el cargo que ostenta como máximo representante de la corona española, le libre de toda culpa por sus controvertidas aficiones ante la organización conservacionista, que tal vez vio en él un gran expositor de cara a la galería, pero sea cuál sea la razón para ser distinguido con dicho honor, es inaceptable, injustificado e impropio que se siga manteniendo después de lo ocurrido.

Increíble Sin duda con actos como el que nos acontece, WWF España pone en serio peligro su credibilidad como una de las principales organizaciones conservacionistas del mundo. WWF explica en su Web que su principal misión es trabajar por un Planeta Vivo y Conservar la Diversidad Biológica Mundial. Sinceramente, no puedo evitar reproducir una y otra vez la tan comentada foto del monarca junto al paquidermo muerto en mi mente y reconozco que me resulta muy controvertido relacionar esa imagen con WWF y algunos de los valores que explica en su misión como organización conservacionista. No sé cómo se sentirán los miles de socios/as que pertenecen a WWF España al ver que el cargo de honor de la ONG lo ostenta una persona que habitualmente se dedica a la caza de grandes mamíferos, ya sea en reservas o en cotos de caza, y no sólo tiene el atrevimiento de matarlos sino que aparece posando juntos a dichos ejemplares muertos como acto de "valor" y "profesionalidad" de un cargo de honor en la organización, que sin duda, le queda muy grande. Quiero pensar que esta no es la imagen que WWF pretende consolidar entre sus miembros y espero sean conscientes de lo preocupante de los acontecimientos y las debastadoras consecuencias que esto puedo provocar a la credibilidad y profesionalidad de la organización en España y en el resto del mundo. Sean conscientes que por actos más pequeños cayeron más grandes y que ahora mismo están en el punto de mira de muchas personas sensibilizadas con el tema.

Injustificable No podemos ignorar como ciudadanos de a píe, seamos o no miembros de alguna organización conservacionista o estemos a favor de la Monarquía o de la III República, que el acto de cazar elefantes por ocio y placer, ya sea de manera legal o no, es obsceno y puede herir profundamente la sensibilidad de miles de personas que por empatía o por sentimiento ven inadecuado realizar este tipo de actos por interés personal o divertimento y mucho menos en una persona de la trascendecencia del monarca. Además hay que tener en cuenta que pagar 40.000 euros, ya sean de capitales públicos o privados, es una puñalada trapera teniendo en cuenta la actual situación de crisis que vive el país, recordemos que más del 50% de jóvenes no trabajan y hay más de 5 millones de parados, y el hecho de desplazarse a Botsuana por un motivo tan pintoresco como cazar a un gran mamífero, emblema de las grandes especies africanas, no deja de simbolizar la ostentación y la opulencia del poder del dinero y las clases pudientes y consentidas de España.



Más información:
Petición para que el Rey deje de ser Presidente de Honor de WWF España. Actúa Ahora.