Comenzamos la semana con una reflexión acerca de una noticia que fue publicada el pasado 19 de septiembre a través de la página de noticias digitales de Europa Press Social.
Aunque recomiendo encarecidamente leer la noticia en su totalidad, para que cada uno pueda obtener sus propias conclusiones, realizaré un breve resumen de la información con la intención de ubicar un poco el tema y hacer una composición de lugar al lector.
Se trata de un nuevo proyecto impulsado por Novartis y con la colaboración de IBM, Vodafone y Google que surge con el objetivo de reducir el índice de mortalidad por malaria en Kenia. El proyecto "SMS for Life" parte de un sistema de mensajería instantánea a través de un dispositivo móvil que ofrece información detallada sobre la falta de stock de medicamente en los centros sanitarios y dispensarios del país.
Fuente: www.juntadeandalucia.es
"El programa 'SMS For Life' se basa en un sistema que combina los mensajes de móvil SMS, la tecnología del mapeo electrónico a través de Google y un servidor central. El personal sanitario debe revisar el 'stock' y enviar el resultado semanalmente a través de un mensaje SMS con el móvil. Todos los datos se recaban en un servidor común, que controla e indica cuándo y dónde se tiene que hacer un nuevo envío de medicamentos. De esta forma, se asegura que todos los centros sanitarios dispongan de tratamiento contra la malaria", (Europa Press Social, RSC. 19/09/2011).
A priori se trata de un proyecto interesante que solucionaría de una forma rápida y eficaz el problema de disponibilidad de medicamentos en los centros de salud, pero que considero que es necesario que vayamos un poco más allá y analicemos el contexto en el que surge la iniciativa.
El proyecto "SMS for Life" tiene como principal herramienta la telefonía móvil. Teniendo en cuenta las condiciones económicas, sociales, de comunicaciones e infraestructuras en un país como kenia, me resulta chocante e incluso un tanto ambicioso pretender que un sistema móvil tenga éxito y reduzca los índices de mortalidad de una enfermedad como la malaria, que afecta a más de la mitad de la población del continente africano. La mayoría de las zonas rurales apenas tienen acceso al agua potable, a la electricidad (imprescindible para cargar un móvil), las distancias son enormes entre un lugar y otro y la falta de infraestructuras dificultan de manera estrepitosa las comunicaciones entre zonas rurales y urbanas.
En algunos casos, los enfermos no pueden acudir a los centros de salud, ya sea por la distancia que los separa o por la propia enfermedad que dificulta su movilidad, por lo que la dispensación física del medicamento no sólo depende del deseo de curación de la persona enferma.
En general, los centros médicos, especialmente en las zonas rurales, presentan una falta de personal sanitario, no disponen de material adecuado y apenas cumplen con las condiciones mínimas sanitarias. En algunos casos un@ sól@ médic@ tiene que ver a más de 100 o 200 personas y por problemas de tiempo y disponibilidad apenas es capaz de atender a más de 50 personas al día, lo que dificultad el reconocimiento y la eficacia del diagnóstico concluyente.
Añadir que el hecho de que exista el medicamento en los centros no significa que l@s enferm@s puedan adquirirlo, puesto que en muchas ocasiones, los importes a pagar por la medicina son tan elevados que no pueden afrontar los gastos por persona y medicina, además la malaria es considerada una enfermedad muy extendida en la población rural y que en muchos casos se tiende a considerar como algo "normal" y en ocasiones el enferm@ no le da la importancia a nivel médico que la enfermedad exige.
A esto hay que sumar que aunque se den cursos de formación dentro del ámbito sanitario, el éxito no está asegurado, ya que no sólo requiere de un dispositivo móvil específico sino que además interviene la disponibilidad y la predisposición del personal sanitario responsable del proyecto. No olvidemos que se trata de una cultura y una sociedad muy diferente a la nuestra, en la que es muy importante la comunicación cara a cara y dónde la tecnología y la era digital todavía no se consideran imprescindibles para la comunicación entre las personas.
Respecto a las afirmaciones de Jim Barrington, recogidas por EP, que dicen textualmente "la malaria tiene cura, pero los pacientes tienen que tomarse la medicación. Si no, la enfermedad puede complicarse y, en muchos casos, los pacientes pueden morir", sin duda, sus declaraciones me resultan curiosas y destacaría la forma de expresarse de Barrington en referencia al acto de "tomarse la medicación" sugiriendo indirectamente una falta de responsabilidad o concienciación por parte del enferm@. Debemos ser concientes que a veces tratar una enfermedad en un país en desarrollo no sólo depende de la predisposición del paciente o la disponibilidad del medicamento sino que existen numerosos factores aleatorios que dificultad el tratamiento y la cura del paciente de forma exitosa.
Por otro lado, me gustaría resaltar que el hecho de que la iniciativa se haya realizado previamente en Tanzania me suscita ciertas dudas respecto a los resultados obtenidos y me remito textualmente a la noticia "...SMS For Life arrancó en el año 2009 en Tanzania con un programa piloto en tres distritos rurales que se prolongó 21 semanas, y ha conseguido reducir el problema de desabastecimiento de medicación contra la malaria en este país...". Posiblemente el problema de desabastecimiento se haya reducido, aunque los datos tampoco son muy reveladores (reducción del 26%), pero sin embargo, el verdadero problema que es la mortalidad por malaria no tiene ningún dato objetivo y denota que la iniciativa ha tenido un éxito relativo puesto que no se sabe como influirá la disponibilidad del medicamento a largo plazo en la reducción de los índices de mortalidad por malaria.
Todos estos factores que yo acabo de analizar, junto con la idea de que la iniciativa surja de la unión de una empresa farmacéutica y varios gigantes de las comunicaciones, me hace pensar en el verdadero objetivo del proyecto y si éste se limita simplemente a una mejora en las condiciones de acceso y disponibilidad de medicamentos en el continente africano o existen ciertos intereses privados al respecto y por eso no se ha realizado una identificación previa de forma correcta. Dejo esta reflexión y os invito a hacer vuestras propias valoraciones en la sección de comentarios, creo que es interesante pensar al respecto.
En conclusión, creo que es imprescindible hacer una buena identificación de las necesidades de los beneficiarios del proyecto. En este caso, la iniciativa me parece interesante desde un punto de vista tecnológico, pero considero que deja al azar numerosos factores que hay que tener en cuenta a la hora de realizar un proyecto. De estos pequeños detalles depende en gran medida el éxito del proyecto y no nos olvidemos que lo que para nosotros resulta un gran proyecto, desde una visión claramente etnocentrista, en un país en vías de desarrollo puede resultar un completo fracaso.